Caxias Do Sul: Patrimonio vivo entre memoria, naturaleza y tradición

Visitar Caxias do Sul no solo es comenzar un viaje, sino que también es adentrarse a una región donde coexisten la historia y la modernidad; más allá de un destino turístico es una vivencia cultural total, donde el paisaje incluye la memoria, y recuerda la labor de quienes transformaron tierras áridas en fecundas. 

La ciudad, fundada en 1890, surgió a partir de la llegada de inmigrantes del norte de Italia que buscaban nuevas oportunidades; ese pasado se siente aún en sus costumbres, arquitectura y gastronomía como el vino, la polenta, quesos y pastas.   

Espacios como Villa de Troni, que reproduce tiempos pasados con sus escenarios y edificaciones originales, evoca la forma en que vivían los primeros habitantes; Criúva donde se unen los hábitos de la vida rural y el entorno natural; la reserva Bertussi que combina la herencia ambiental con prácticas culturales como la música; Galópolis y su Museo del Territorio, que recuerda el crecimiento de las fábricas textiles que impulsaron el desarrollo económico de la región y su progreso social. 

En el centro urbano, está el barrio San Pelegrino, con la iglesia del mismo nombre, símbolo artístico con sus murales y vitrales; el Monumento al Inmigrante que rememora la llegada de muchas familias europeas a finales del siglo XIX; la Casa de Piedra, sede del Museo del Ambiente, donde su construcción rústica muestra la arquitectura original de los colonos y el esfuerzo de vivir en un entorno retador. 

Con un estilo más moderno, encontramos el Parque Mario Bernardinho Ramos, conocido como el Parque da Festa da Uva, sede de grandes actividades culturales que convocan tanto a locales como a visitantes. 

El acervo cultural de Caxias Do Sul, es una invitación a concebir la historia no como algo que ha concluido, sino como un proceso donde la cultura no sólo se observa, sino que se vive; un llamado permanente a apreciar y salvaguardar un legado que sigue escribiéndose a diario. 

Ilse Martínez